Desde la Edad Media, los monjes de Cluny vistieron de viñedos este pequeño valle soleado, que disfruta de un terruño excepcional. Allí se elaboran desde hace siglos vinos de fuerte personalidad, especialmente de la uva Aligoté.
Las vides se cultivan exclusivamente en laderas, entre 270 y 350 metros sobre el nivel del mar. Los suelos magros con un alto contenido de piedra caliza de estas laderas aseguran un buen control de la producción y el microclima cálido favorece la maduración de la uva. La muy pequeña superficie de la denominación hace que AOC Bouzeron sea uno de los "secretos" de Borgoña.